"Nosotros nunca hemos sido como ellos, nunca hemos hechos las cosas que hacen ellos, siempre hemos sido todo lo contrario de lo que son ellos" Almudena Grandes-"El corazón helado"pg. 264.
Hace más de dos años reservé este blog en la creencia de que podría ser útil para transmitir algunas reflexiones. En esa época era portavoz de la ejecutiva de los socialistas valencianos y un blog personal era absurdo. Si eres la "voz" de una organización no tienes voz propia. Tus opiniones personales no existen, se entiende que quien habla es la organización, y lo que dices como organización se te adjudica personalmente aunque muchas de las veces ni lo asumes, ni lo compartes, ni entiendes como puedes transmitir algo en lo que no crees.
Ahora todo es diferente. Soy uno más de los militantes del PSOE y como tal tengo toda la libertad del mundo para opinar sobre lo que quiera.
Llevo más de media vida militando en el PSOE, he pagado puntualmente mis cuotas, he acudido a todos los actos que hemos organizado, y se me ha llamado, y he tenido la suerte de formar parte de ejecutivas locales, comarcales, de País Valenciano, también de comités comarcales y nacionales en diferentes épocas. Un cuarto de siglo da para mucho. Es más, todo lo que soy y he sido se lo debo a mis compañeros del Partido. Estuve tres años en el Parlamento Europeo, asesoré al alcalde de Valencia, también al Presidente de la Generalitat, fui concejal cuando gobernábamos en Valencia, también en la oposición. He sido candidato a muchas cosas y he dejado de serlo de otras. No podría entender mi propia vida sin esas etapas y estoy visceralmente agradecido.
No entiendo a quienes queriendo cambiar lo sociedad desprecian la militancia política. Menos aún a aquellos que siendo militantes llegaron a ostentar altas responsabilidades y cuando las dejaron echaron pestes de la organización, militaron en otras o simplemente abominaron de su militancia. La política es la actividad más difícil que alguien se pueda plantear. No tanto el combate con el rival político sino la difícil conviviencia con los tuyos, con quienes compartes proyecto y militancia.
En todo este tiempo he cometido muchísimos errores pero de ellos he aprendido y esos no los volvería a repetir, otros tal vez sí. Tengo mucho que agradecer a personas muy concretas que me han ayudado y me han apoyado. Tengo un puñado de buenos amigos, algunos en mis antípodas de la actividad política dentro del Partido y he conocido a mucha gente buena y noble que nunca ha querido nada para sí y han sacrificado horas de asueto para dedicarlas sin recompensa a luchar por lo que entendían justo.
He pasado muy malos momentos en todos estos años, el referendum de la OTAN, la guerra del golfo del 91 y sobretodo la constatación de que con un gobierno socialista los GAL desarrollaron su repugnante actividad, pero siempre he pensado que desde dentro se pueden mejorar las cosas, que nunca hay que tirar la toalla. En todos esos momentos he encontrado refugio en mis compañeros de Izquierda Socialista. Siempre he estado comprometido con ellos desde que iniciaron la lucha por el voto individual, directo y secreto de los militantes en los temas decisivos, en una época en que los delegados en un congreso no podían decidir nada pues su "jefe" o cabeza de delegación decidían por todos ellos.
Nunca dejaré de militar, ni nunca dejaré Izquierda Socialista. No entiendo cómo se puede hacer política desde la individualidad ni entiendo que no se busque el acuerdo, la síntesis, la suma, la comprensión de la divergencia.
En el mejor momento de la historia del PSOE, con mayor solidez de sus posiciones, más voluntad transformadora, mejor comportamiento con los desfavorecidos y con el líder más arriesgado, libre y determinante de Europa, coincidimos con la peor época del socialismo valenciano, con un determinante congreso en puertas.
Tantos años de militancia han sido una etapa preciosa. Muchos libros se han quedado sin leer, muchas películas sin ver, muchos amigos sin llamar. Hay que saber parar, entre otras cosas porque hay vida después y detrás de la política. No voy a ir a ningún congreso, no voy a ir a ninguna reunión para hablar de temas internos, no me voy a postular para ir a ningún sitio. Quiero recuperar mi tiempo libre, leer, escribir, trabajar sin agobios, pensar. Ser feliz. Si se me ocurre algo colgaré un post pero en una situación tan complicada como la actual hay que ver las cosas desde fuera para buscar un ventanuco de luz. He estado demasiado dentro, tengo que salir y poner el contador a cero. Han sido demasiados años. No puedo dejar de opinar, de interpretar o de analizar pero es importante hacerlo desde fuera, sin condicionamientos y sin necesidad. En política la ambición es esencial y legítima, pero la ambición también destruye, condiciona, limita y desvirtúa. Sin ambición y sin ataduras intentaré ser más feliz y más útil.