24 noviembre 2015

Colaboración Levante-EMV 17/11/2015 "Carrera de fondo"

"Carrera de fondo"

Era una conversación accidental entre gente informada. Alguien sacó a relucir el atentado, unos años atrás, en un país nórdico. Había dudas sobre si era Suecia, Noruega o Dinamarca. Google ayudó a aclarar las cosas. Fue un día de julio de 2011, solo hace cuatro años, murieron setenta y siete personas. Una bomba explotó en Oslo y un descerebrado empresario noruego tiroteó a una multitud de jóvenes laboristas en la isla de Utoya. Se nos olvidan pronto las desgracias.

La maratón de Valencia llega a su trigésimoquinta edición, arrasando. Dieciseis mil corredores a los que se suman los ocho mil quinientos que se apuntaron a correr diez kilómetros. Organizada por la Sociedad Deportiva Correcaminos y el Ayuntamiento de Valencia cuenta con el patrocinio de la Fundación Trinidad Alfonso y va camino de conseguir la etiqueta de oro de la IAAF. Eso la situaría entre las mejores del mundo. Miguel Pellicer, Toni Lastra y tantos otros plantaron una semilla que a base de perseverancia, paciencia, trabajo y dedicación ha germinado en todo su esplendor. ¡Qué diferencia con las primeras ediciones!

Uno de los personajes de “Diario de un yuppie” de Louis Auchincloss decía que “cuando siento la necesidad de ejercicio físico me quedo quieto hasta que el sentimiento desaparece”. A mucha gente le pasa lo mismo. Asolados por la pereza, la incredulidad acerca de sus capacidades o la mera desidia, se ven incapaces de ejecutar tamaña heroicidad. A pesar de ello llenan las calles para animar a los corredores, emocionarse con su lucha contra el dolor y el agotamiento, dejando que la envidia les corroa. Las familias de los corredores y las corredoras les empujan con gritos de aliento. Los puestos de animación les dan alas.


Es un espectáculo de héroes cotidianos, de esos que con orgullo leerán en el listado que publicarán los periódicos su marca y su nombre. Se guardarán la hoja para enseñarla con satisfacción a sus amigos. Listos para un nuevo reto, una nueva maratón. Los que lo han probado dicen que es adictivo, que empiezas y no puedes parar, que te fuerzas a entrenar y a probarte, a retarte y a ganarte.

Sin constancia, sin lucha, sin inteligencia, sin férrea voluntad, no se consigue ningún objetivo que valga la pena. Vivir es una carrera de fondo, con sus momentos buenos y los terribles. Lo importante es seguir adelante, por una linea recta.

Los corredores han guardado un minuto de silencio por las víctimas de los atentados de París. Los resistentes, los luchadores, los gladiadores del running participaban en el homenaje a los insensatamente asesinados, con esquirlas en el corazón. Nuestras ciudades son vulnerables porque son espacios para la libertad. Atar las ciudades a la oscuridad, condenarlas al miedo, oscurecer su vida, es el objetivo de los terroristas. A la hora en que escribo estas líneas Francia está bombardeando Raqqa, en Siria.


Le achuchaban mucho para que hiciera deporte, para que dejara de fumar, para que se cuidara. Intentaba justificar lo injustificable. Ponía ejemplos absurdos de superhombres o supermujeres que, contra toda lógica, habían muerto longevos desdeñando los consejos saludables. Les recordaba una de las entrevistas que le hicieron a Churchill,  próximo a cumplir noventa. ¿Cuál es el secreto de su longevidad? El ejercicio, sin duda- ¿Lo practica mucho?- No, nunca lo hice.

19 noviembre 2015

Réplica acompañamiento y sobres

18 noviembre 2015

Ley de Acompañamiento y sobres del PP

Pedimos suspensión LECrim

17 noviembre 2015

Colaboración Levante-EMV 10/11/2015 "Desconexión"

"Desconexión"

Era el último viaje al trabajo. Llevaba días advirtiendo a su familia que no pensaba ser uno de esos jubilados que van cargados  con la bolsa de la compra o que esperan la salida de los nietos del colegio con la merienda en una bolsa. Él no era de llevar bolsas. Treinta y cinco años pasan volando. Había asistido a muchas despedidas de compañeros. Se jubilaban con una sonrisa en los labios y lágrimas en los ojos. Él no. Tantos años cultivando la fama de mala leche para echarla a perder el día de la desconexión.

Ayuntamientos democráticos y instituciones autonómicas vieron en los años ochenta como savia nueva entraba por sus burocráticas venas. Administrativos, arquitectos, conductores, economistas, ujieres, policías… Jóvenes que pasaron a ser funcionarios municipales. Sin darse apenas cuenta fueron protagonistas de un cambio radical, el del paso de un régimen autárquico a uno democrático. Peinando canas y con  algún achaque de salud les ha llegado la hora de finalizar el contrato de servicio al ciudadano. En un goteo acelerado se van jubilando, manteniendo ánimo y lucidez.

Desde entonces han cambiado mucho las cosas. Se ha externalizado muchos servicios, se ha delegado muchas funciones públicas en empresas privadas, se ha limitado al máximo la función pública, pero sigue viva la sensación de que necesitamos un funcionariado potente que nos garantice ecuanimidad y defensa de los intereses públicos.

En uno de los episodios del “Ala Oeste de la Casa Blanca” alguien le recuerda al Presidente Barlet que Roosevelt creó la clase media en cien días. Llevamos tantos años de crisis que se empieza a hablar del “precariado”, de esas clases medias proletarizadas que han gastado sus ahorros y no ven futuro para sus hijos.

Nos cuesta mucho construir “lo nuevo” cuando “lo viejo” se resiste a despedirse. Keynes creía que en 2030 nos bastaría con trabajar unas quince horas a la semana para mantener nuestro nivel de vida una vez tecnificáramos nuestros procesos de producción. Si se pudiera asomar a este mundo de jornadas laborales interminables por salarios de miseria, con extrema tecnificación, se volvería a esconder.

Ojalá nuestro ayuntamiento encuentre recursos para reponer a los funcionarios que se jubilan. El programa “works progress administration” de Roosevelt, después de la crisis del 29, generó millones de puestos de trabajo. Edificios públicos, carreteras, infraestructuras se construyeron en esa época pero pocos recuerdan los contratos que se hicieron para escritores que redactaron guías turísticas, artistas que redecoraron masivamente espacios públicos y autores que escribieron obras de teatro para consumo colectivo.


Escéptico como era estaba convencido de que había truco. Ella reservó por internet una visita guiada de tres horas por el centro de Praga. La cita era en la Plaza de la Ciudad Vieja. Cuando llegaron, verificaron que tenían reserva y amablemente excluyeron a los que no la habían concertado . Les explicaron cómo funcionaba el reloj, entraron a la Iglesia de Tyn, pasaron por la plaza de Wenceslao y seguían sin hablar de dinero. Se fotografiaron junto a Kafka, patearon el barrio judío, vieron el Golem. En la Catedral de San Vito, al final de las tres horas, se les sugirió que dieran una propina. Sin presión. La dieron, como todos. Hay veces que lo que se promete se cumple. Él seguía buscando el truco, escéptico como era.

11 noviembre 2015

Colaboración Levante-EMV 3/11/2015 "¿Dónde irán a parar?

"¿Dónde irá a parar?"

Guarda algunas cosas tan celosamente que olvida haberlas tenido. Otras, prefiere tenerlas siempre a la vista aunque el por si acaso nunca llegue. Le averguenza acumular calcetines desparejados. Ha dejado de preguntarse dónde van a parar los que desaparecen. No es pregunta original, se la hace mucha gente. No se conforma con la explicación más común, esa que otorga a las lavadoras el poder de esconderlos y liberarlos. Los guarda para alegrarse si puede emparejarlos o por si Juan José Millás tuviera razón y como sugiere en No mires debajo de la cama haya que darlos como alimento a ciertos zapatos para que no duelan.

La regresión de las playas es asunto serio. La Universidad, Greenpeace, el CEAM, el CEDEX, y otros organismos nos alertan desde hace años de la situación regresiva en que se encuentran nuestras playas, sin posibilidad de aporte efectivo de sedimento, que debería ser natural si los ríos fuesen ríos.

Parece que la nueva bocana y la ampliación norte del puerto tienen mucho que ver en el retroceso de la línea de orilla de nuestras playas más próximas. La afección es grave en Pinedo, El Saler, la Gola de Pujol y Perellonet. Puede que sea ese el motivo pero son muchas las comarcas del litoral a las que les afecta esa disminución de su zona de arena. En nuestra parque natural se llega a cuantificar en sesenta metros el retroceso que sufrirán sus playas de L´Arbre del Gos y Garrofera, allá por el año 2050. La Safor también tiene sus cuitas por ese tema pero el puerto de Valencia les pilla lejos.

Hace años no  era extraño ver salir camiones cargados de arena de las playas mejor dotadas. Debía haber un mercadeo consentido y poco transparente de compra-venta de arena .
La solución no pasa hoy tanto por comprar arena de playas  rebosantes sino por extraerla de aguas profundas. Hay incluso proyectos europeos como el Eurosion y su continuación, el Conscience, que prevén dotaciones de fondos para esas necesarias intervenciones. A quienes, por absoluta ignorancia, nos fascina lo que se cuenta del bosón de Higgs, el acelerador de partículas o las potencialidades del grafeno, no puede dejarnos indiferentes que la extracción se haga “mediante draga de succión por arrastre de sedimentos de yacimientos marinos localizados”. Millones y millones de metros cúbicos son necesarios.

Podrá parecer absurdo pero la duda persiste. ¿Dónde irá a parar?. Muy lejos no debe ir la arena viajera que deja a nuestras playas desnudas incrementando el monumental lío de la delimitación marítimo terrestre y su zona de influencia. Los mojones en terrenos móviles no tienen mucho sentido. Los afortunados que lleguen al 2050 deberán fijarse mucho en cómo está el tema.


El MOMA organizó una exposición de René Magritte. Cindy Albertson examinó los cuadros que poseía el museo desde 1956. Descubrió algo raro en Portrait. Hizo pruebas con rayos equis y, en horizontal, aparecieron trazos de un perfil femenino que recordaba la Pose enchantée que se había expuesto en Bruselas en 1927 y del que nunca más se supo. Parece que Magritte lo partió en cuatro trozos de 73x50 centímetros y los reutilizó. No se sabe por qué. Aparte del MOMA, ha aparecido otro en el Museo de Arte Moderno de Estocolmo. ¿Dónde estarán los dos que faltan?

04 noviembre 2015

Colaboración Levante-EMV 27/10/2015 "El señor de negro"

"El señor de negro"

No recuerda la primera vez que lo vió ni cuando dejó de verlo. Tiene grabados sus rasgos, su bigote, su ajado traje, su paraguas, los gastados zapatos y el abrigo que le cubría; hiciera el tiempo que hiciera. Su padre le contó que era originario de Carcaixent, que había tenido un buen empleo y que había perdido la razón por algún drama familiar. No faltaba a un entierro. Esa presencia era trabajo. Asistir a los oficios, despedir al difunto, dar el pésame a la familia, a veces, como único asistente.

La muerte es omipresente pero la escondemos. Va decayendo el ritual anual de acudir a los cementerios el día de difuntos, por contra se incrementa la participación de los jóvenes en esa fiesta importada que es Halloween. Los entierros se simplifican pero se pone en valor los cementerios con iniciativas como la del Museo del Silencio y sus visitas guiadas los sábados en Valencia.

Tenemos una maravilla de cementerio, es un jardín tranquilo, entretenido de pasear. Blasco Ibañez, el pintor Salvador Abril, Joaquin Sorolla, Nino Bravo, El Titi, Granero, Amparo Meliá, compañera de Pablo Iglesias, Félix Pizcueta, Ángel Cristo, Rodrigo Botet y muchos otros personajes que han tenido que ver con nuestra ciudad yacen en paz en ese enclave del antiguo Camino Viejo de Picassent. Sorprende la existencia de una sección civil o  islámica, aunque la primera es irrelevante en la actualidad ya que a los difuntos se les entierra en nichos por orden de llegada con independencia de sus creencias religiosas.

Ilustra mucho sobre una época  leer con detenimiento algunas inscripciones de lápidas, panteones o tumbas. Fotografías, frases lapidarias, símbolos religiosos o cívicos, pueblan el recinto. Hay ángeles, estrellas de David, símbolos masónicos.  Atraen las que hacen un guiño humorístico a la propia muerte, definen a quienes allí reposan.

Supongo que se mantendrá la tradición municipal de efectuar una visita institucional el día de difuntos. Tal vez los nuevos tiempos les lleven a visitar tumbas olvidadas  durante las últimas décadas por lo que representaban o por las actitudes personales de sus moradores. Tal vez el cambio también llega a esas honras.

Ya no se recuerda las movilizaciones de vecinos y asociaciones contra la instalación del crematorio. Se alertaba de todo tipo de males vinculados a la contaminación que iba a generar la instalación. Hoy la mayoría opta por la cremación.

Ya no hay entierros multitudinarios. Dicen las crónicas que el de Blasco Ibañez fue impresionante. Parece que algún cronista madrileño escribió una emotiva reseña en la que se recordaba que una señera envolvía el féretro. No debió de parecerle muy inteligible al corrector del periódico y tuvo a bien convertir nuestra bandera en una "señora" y así andará escrito por algún sitio. Nada pareció objetar a que el pueblo valenciano despidiera un insigne féretro con una señora encima.


Cuando repasaban las fotos de los viajes siempre le llamaban la atención las de los cementerios. Solían estar sonrientes. Al fin y al cabo estaban de viaje. La perspectiva de cruces o lápidas alineadas daban mucho juego a la hora de encuadrar. Entraban, daban un silencioso paseo y buscaba fotos, edades o símbolos sobre los que comentar. Los camposantos de cualquier pueblo de Sicilia impresionan. Demasiada gente joven  se les ha quedado por el camino.

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