26 enero 2016

Manuel Mata en la Sexta: "Mariano Rajoy fue el padrino de Alfonso Rus en...

21 enero 2016

Incomprensible apoyo de ciudadanos al tema Carns de Morella. Pleno 14/1/2016. Última intervención sobre el engaño de Carns de Morella. Incomprensible que Ciudadanos se haya sumado al despropósito del PP.

La milonga de Carns de Morella. Pleno 14/1/2016. El PP no se esperaba que sus mentiras sobre Carns de Morella nos llevarían a descubrir muchos de sus asuntillos. Segunda intervención.

Carns de Morella Sus mentiras. Pleno 14/1/2016. La gran mentira del PP a propósito de Carns de Morella. Primera intervención.

Liquidem la La llei de senyes. Plé 14/1/2016. Liquidem la Llei, vergonya del PP. Réplica i final del debat.

Deroguem la Llei de senyes d´identitat. Plé 14/1/2016. Deroguem la nefasta Llei de Senyes d´Identitat.

La manipulacion del PP con los funcionarios. Pleno 13/1/2016. Cerrando el debate de función pública y recordando al PP que en Gürtel quienes se sientan en el banquillo son, en gran parte, funcionarios a los que los dirigentes manipularon.

Cosas de Función Pública. Pleno 13/1/2016. Aclarando al PP algunas cosas sobre función pública.

19 enero 2016

Colaboración Levante-EMV 12/1/2016 "Algo más grande"

"Algo más grande"

Aunque la revisora era seca sus palabras sonaron dulces y melodiosas. Haría como que no había visto sus billetes sugiriéndoles que lo solucionaran a la vuelta. En Humlebaek deberían ampliar la zona contratada, pagar el suplemento y pelillos a la mar. A él, en casa, también le daban miedo las máquinas expendedoras. No entendía lo de las zonas ni por qué le cobraban un euro por una tarjeta cada vez, ni por qué nunca podía cargar la suya del bus.

La Generalitat, cuando empezó a gestionarla la derecha, redujo, desactivó y , finalmente, disolvió el Consell Metropolitá de L´Horta; el órgano rector del área metropolitana de Valencia. Era una entidad de gestión y planificación de los municipios de la comarca de L´Horta. Cumplía objetivos urbanísticos y de gestión de servicios comunes de modo eficiente, participativo y democrático.

Aún sin órgano rector del área metropolitana, no por ello ésta deja de existir . Vivimos en una gran conurbación que incluye a varios núcleos urbanos que se van expandiendo y acaban formando  una unidad funcional. Valencia succiona a los municipios colindantes, los atrae hasta que no se distinguen sus límites.

Casi siempre con razón, los municipios colindantes de una gran ciudad, son celosos de sus competencias, de sus instalaciones, de sus centros, de sus actividades y rehuyen cualquier intromisión ajena a sus propios dominios y capacidad de decisión. Otras, sin demasiado sentido.

Si pensamos en Justicia vemos como, desde siempre, los municipios reivindican tener juzgados propios. No importa que sean juzgados mixtos, con carga de trabajo en ámbitos civiles, penales, de familia o de violencia sobre la mujer. Sus instalaciones son, en ocasiones, deficientes, y su falta de especialización provoca que algunos asuntos se eternicen. En cambio, a unos cientos de metros, a solo unos minutos de autobús, en la capital, con instalaciones adecuadas, varios juzgados por jurisdicción y una alta especialización, las cosas son harto diferentes.

Con un buen transporte metropolitano y un intercambio saludable de funciones, servicios e instalaciones todos ganaríamos. No está escrito que todos los grandes museos, todas las instalaciones deportivas de élite, todos los teatros, todas las salas de conciertos deban estar en el cogollo de la ciudad. La movilidad metropolitana no debe ser solo de fuera al centro sino también del centro hacia fuera, que incluso los turistas se vean en la tesitura de desear desplazarse, siquiera media hora, para acercarse a algún lugar emblemático de nuestros municipios metropolitanos.

Todo está tan cerca que la mariquita asiática, la Harmonía axyridis, ya anda por Massamagrell. Ojito con ella que se dispersa fácilmente y compite y depreda especies autónomas. Para ella todo el monte es orégano.


De camino al Museo de Arte Moderno de Louisiana, a media hora de Copenhague,  a él le dió por calcular qué municipios  valencianos estarían a la misma distancia de su casa. Era como ir a Alberique, Náquera, o Puzol a ver una exposición. Fueron por la retrospectiva de Yayoi Kusama, la de los puntos. Había obras específicas para esta exposición de la artista casi nonagenaria. No quedaba claro si hizo algo mientras estuvo internada en el siquiátrico. En la sala en que repartían gommettes para implicarlos, él se puso una en las gafas, otra en la nariz y otra más en el labio. Se fotografiaron junto a los espejos.

12 enero 2016

Colaboración Levante-EMV 5/1/2016 "Sensación térmica"

"Sensación térmica"

Iban preparados para resistir frío intenso. Estaban en una ciudad europea cuyo nombre se asocia a modernidad, sostenibilidad, bienestar, seguridad y solidaridad. Salieron disparados del restaurante para acercarse a la plaza del ayuntamiento y celebrar el año entrante como los nativos. Probos ciudadanos acudían pertrechados de inmensas cajas de fuegos artificiales que lanzaban sin criterio ni control. Apostados en una esquina, esquivando cohetes, él le preguntó por la temperatura. Ella le dio una cifra que parecía razonable, pero le aclaró que la sensación térmica era seis grados menos. Sonrió y beso sus fríos labios.

Las aplicaciones de meteorología de los móviles indican la sensación térmica, independientemente de la que marquen los termómetros, por la influencia del viento o la humedad en nuestros cuerpos. Una vez te lo cuentan cuesta prescindir del dato. No tiene sentido saber la temperatura que marcan los termómetros si la “real” es otra.

Ha empezado un año nuevo, también para la ciudad. Cada decisión, cada actuación, cada aportación o innovación serán escrutadas, generarán posiciones enfrentadas, se criticarán y defenderán desde la visceralidad. La “sensación térmica” sugiere que lo de la cabalgata de la infancia y las magas republicanas se estirará. Se explicará que son las “magas de gener”, sin ninguna pretensión de sustituir a los Reyes Magos, que representan la libertad, la igualdad y la fraternidad. Se nos recordará que ya se celebró en 1936 y en 1937 y que la iniciativa partió de la respetabilísima Societat Coral El Micalet, pero no acabará ahí. Lloverán los artículos, las reprobaciones, las sesudas reflexiones y el humor de calibre grueso. Largo se nos hará. Ya decía Albert Ellis que el sufrimiento no viene generado por los hechos externos, sino por la interpretación de los mismos. La interpretación será larga.
A veces parece que nos empeñemos en arreglar lo que no está roto, como niños con sus juguetes nuevos, cuando empiezan a aburrirse.

Este año dará mucho juego la remodelación de la plaza de la Reina; ese espacio situado en el cogollito de la ciudad, muy transitado y caótico. El tráfico, los ruidosos coches  y sus inherentes necesidades de aparcamiento  tienen que dejar paso a árboles, pérgolas, bancos, facilitando la ocupación del espacio por los peatones con la convivencia con las terrazas tan atractivas para el visitante.

Incluso la ordenanza de colores para el centro histórico y la unificación de normativas que proyecta el ayuntamiento tendrá su polémica. Ya no es que el albín, almagra, añil, bermellón, carmín, minio, oripomente o carbón hayan sido los más utilizados históricamente sino que cualquier catálago que incluya y excluya dará pie a la polémica y hasta aparecerán defensores del criterio cromático de la plaza de Chinchón.

Como hay gente para todo habrá polémicas para todos los gustos. Paciencia.


Cogieron el tren y llegaron a Helsingor. Pronto encontraron el castillo de Kronborg, el que inspiró a Shakespeare para ubicar Hamlet. La sensación térmica era de menos catorce. Pronto lo dieron por visto y se refugiaron en un edificio de cristal que albergaba una cálida cafetería. Había familias con niños por todos lados. Era un centro cultural, había juegos infantiles, ping-pong para los adultos, una librería impresionante. Las mesas, sillas y perchas, rebosaban de chubasqueros, gorros, guantes y bufandas. Todos eran amables, sonreían y dejaban pasar al prójimo. Parece un país civilizado.

05 enero 2016

Colaboración Levante-EMV 29/12/2015 "Hechos, realidad y percepción"

"Hechos, realidad y percepción"

Compró una cámara digital y se impuso la tarea de fotografiar a todas las personas que fuera conociendo. En poco tiempo acumuló una cincuentena. Pronto lo dejó, comprobó que le daba vergüenza pedir permiso a los más imprescindibles. Incapaz, como era, de recordar nombres; revivía los momentos compartidos con los fotografiados con una exactitud que le preocupaba. Al poco, le fueron doliendo las caras, especialmente las que iban desapareciendo. Un día dejó de mirarlas y las borró.

Hay en el mercado unas máquinas de fotografiar la vida. Autographer Narrative o SenseCam son las más afamadas. Se cuelgan y hacen fotografías cada treinta segundos. Son de una inutilidad  paradójicamente útil,  algo así como lo que defendió Nuccio Ordine en su manifiesto. Sales de casa y fotografías el recorrido hasta el quiosco/estanco, eliges periódicos, pagas, sales, entras en el horno de los abuelitos, compras pan, vuelves a subir a casa, preparas un café… Parece que los escenarios cambian súbitamente, pero no, son cambios sutiles, tan inapreciables como permanentes. Comparas  el recorrido con el de años antes y percibes que ya son otros los recorridos. Perturba pensar que estás usando una, aunque no la tengas. Aprehender la vida es un anhelo, de ahí que quieras las siete mil portadas del periódico de los veinte años del régimen anterior. Tener frente a ti cada día desde junio de 1995 a junio de 2015.

Einstein nos hizo ver que “Los hechos son los hechos, pero la realidad es la percepción”. La memoria es esquiva, tramposa y huidiza. Para recordar hay que fijar esas realidades en algún sitio de la memoria, saber que están ahí y tener capacidad para recuperar esos recuerdos.

Se van cumpliendo aniversarios de actuaciones municipales pasadas y afloran los recuerdos. En 1987 se inauguró el Palau de la Música y se encargaron de bautizarlo como “microondas” por el calor que se pasaría en su interior y criticaron su supuesto sonido metálico. Además no llegó a tiempo el tapiz de Grau Garriga. En 1989 le tocó al Gulliver, el de los gases tóxicos en caso de incendio, el de los inevitables accidentes que harían ricos a los traumatólogos, el aburrido. En 1991 fue  el turno del paseo marítimo, ese sitio al que nadie iría a pasear, con chiringuitos inhóspitos y escaso atractivo. Machacaron a la izquierda gestora.

Se quiere borrar los desmanes de veinticuatro años de gobierno en nuestro ayuntamiento creando una nueva percepción, la de que nos gestionan izquierdistas que preocupan de arreglar problemas ajenos olvidando baldear las calles. No tardará en decirse que ayuntamiento de progreso enfrenta pero no construye. Dilapida pero no gestiona. Acentúa lo conflictivo y accesorio olvidando lo obvio y lo necesario. Empiezan pronto a crear percepción. No se lo que valdrá, pero compren una de esas cámaras de fotografiar la vida en el Ayuntamiento, si se descuidan los creadores de percepción acabarán pronto con su realidad.


Cada día tenía su afán, cada viaje tenía su descubrimiento, cada ciudad su recuerdo en instantáneas de la vida que se repetía. Él adivinaba el momento que ella quería atrapar. Todas se parecían siendo distintas. Su cara entre las copas anchas con poco vino. Las mejillas chocando con risa incontenible. Ropa de invierno o ropa de verano eran ellos, felices. Revivir los momentos felices apuntala la felicidad.

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