Colaboración Levante-EMV 29/9/2015 "Máscara y verdad"
"Máscara y verdad"
No era domingo, no tenían carnet jove, no estudiaban Bellas Artes, no eran jubilados,
ni discapacitados, ni desempleados; tenían más de diez años y como dos no son grupo, pagaron dos euros y entraron al IVAM.
Fueron directos a buscar las fotografías de Gilliam Wearing, esas que revelan la verdad desde caras
con máscara. Es burlona. Él quería ver el tríptico del autoretrato, la proyección de cómo será Gilliam dentro
de unos años y el hueco destinado a la auténtica Gilliam
mayor, cuando llegue.
Nos encanta discutirlo y cuestionarlo
todo. Cualquier idea, por disparatada que sea, tiene ardorosos defensores;
también la más sensata cuenta con beligerantes detractores. Las felicitaciones
a Anne Hidalgo por haber celebrado el día sin coches en una macrourbe como Paris
contrastan con críticas feroces por el cierre al tráfico de una pequeña zona de
nuestro centro por parte del nuevo gobierno de progreso. Pronto llegarán los
debates que generará el proyectado cierre de calles para las próximas fiestas
falleras. Será divertido ver cómo algunos de los que han echado pestes por el
cierre de unas pocas calles defienden el cierre de muchas decenas para albergar
actividades festeras.
Si la gente está contenta por poder
aparcar en el carril bus entre las diez de la noche y las ocho de la mañana,
alguien sale diciendo que eso estimula el consumo de alcohol o no se sabe qué.
Alguna visita por barrios periféricos con problemas de aparcamiento ilustraría
a muchos sobre lo conveniente que es para muchos trabajadores dejar el coche en
el carril bus y salir antes de las ocho de la mañana hasta los poligonos
industriales de las afueras.
Es incuestionable que los mercados
son hoy atractivos y es previsible que, si se organiza una actividad nocturna
de tapas en nuestro Mercado Central será un éxito. Ya no es una fiesta de Prada
en que unos elegidos se pasean por la alfombra roja hasta llegar a las aseadas
paradas dispuestas para el disfrute de los trendy-fashion-chic-guay. ¡Somos
nosotros!. Los que vamos al mercado habitualmente, esos que suspiramos por una
plaza de Brujas y aledaños peatonalizada. Llegan quejas de vecinos por el
ruido, quejas de los que no pudieron entrar y más quejas de los que entraron y
estaban incómodos.
La máscara facilita decir la verdad.
Hay movimientos para evitar peatonalizaciones pero, una vez ejecutadas, nadie
pide la vuelta de los coches. Hay quejas por abrir mercados a horas no
habituales pero una vez abiertos, nadie quiere volver a cerrarlos.
Les
alegró coincidir con Ferran
Gadea en la elección de las dos obras escogidas de Russafa escénica ese viernes de octubre. Tuvieron
que apretar el paso para, desde la calle Cuba, llegar a tiempo a la calle
Sevilla. Él se empeñaba en fumar pese a correr. Comentaban
el texto del inquieto, vanguardista y polifacético Néstor Mir, “El ring”. Ella le recordó frases del protagonista que él había olvidado . Al acabar “A España no la va a conocer ni la madre que
la parió”, a él se le erizó la piel. Caía la máscara de más de una generación. La máscara revela que todo ha cambiado, la verdad es que no tanto. Máscara y verdad coinciden en que lo
nuevo no lo es tanto y que Victor Sánchez
y Wichita&Co son un potente presente.
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